Sin electricidad, sin luz, sin cobertura ni agua corriente pasamos una noche en una cabaña construida en lo alto de un árbol.
Nos equiparon con una canastita que contenía dos linternas, un alarga vistas, una llave, un mechero, una radio y un mapa con la ruta hasta nuestra cabaña. Al llegar tuvimos que subir por una escalera y abrir con la llave la trampilla que daba al balcón y solo entrar nos esperaba un termo con te y galletas para entrar en calor después del paseo.
La noche se apresuro, todo era negro y solo la luz de las velas iluminaba el interior.
Por la mañana el sol nos despertó rápido , los pájaros cantaban y a fuera nos esperaba el desayuno. Salí al balcón, me asome hacia abajo y vi una cesta colgando de una cuerda con polea, el desayuno estaba servido en cama : chocolate caliente, croissant, pan con mermelada, bocadillos y zumo.
Nos volvimos a dormir, el fuego nos abrigaba y la cara norte nos protegía.
Mas tarde volvimos a hacer el mismo recorrido de vuelta a través del bosque y dejamos esa noche atrás pero esperamos volver de nuevo.
